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Esta es una historia ficticia basada en hechos reales.

Por César Cardona, CPP, 20 de noviembre de 2023

Es jueves en la tarde. Sandra está chequeando sus redes sociales y, de pronto, se encuentra un mensaje:

– Hola Sandrita* ¿cómo estás?
Es su prima Margarita*[i], quien ya hace varios años vive en Chicago.

– Hola Margarita, qué milagro. Tiempo sin saber de ti.

– Si prima, es que he estado con mucho trabajo aquí. Pero voy a ir a Bogotá este fin de semana

– Ah bueno. Qué rico

– Sí, pero necesito pedirte un favor. ¿Me puedes confirmar tu número de celular y te escribo por WhatsApp?

– Claro

Unos instantes después, Sandra recibe un mensaje de WhatsApp de su prima Margarita. En la foto del perfil está su prima con otros familiares.

– Sandrita es que voy a enviar una encomienda – le comenta Margarita – con unos regalos y unos equipos electrónicos a ver si los podemos vender allá. Y necesito que me ayudes a reclamarla. Llega mañana a Bogotá.

– Claro, con gusto.

– Gracias. Solo necesito tu número de cédula para que puedas recogerla.

Sandra le envía los datos a su prima Margarita.

Al día siguiente, en la mañana, la llama un hombre que se identifica como funcionario de la empresa de encomiendas y le indica que debe pagar un impuesto de ingreso de la mercancía, por valor de 3 millones de pesos o de lo contrario la caja será devuelta. Adicionalmente, vía WhatsApp le envía documentos con logos de la DIAN, donde le notifican los cargos tributarios por el recibo de la mercancía, y la ruta para realizar el pago.

Sandra decide escribirle a su prima y comentarle la situación, a lo cual Margarita le pide que le preste el dinero, porque no puede perder la inversión realizada, a lo que Sandra accede y realiza el pago de los 3 millones. Sin embargo, minutos más tarde, recibe otra llamada, esta vez de una mujer que se identifica como agente de la Policía Fiscal y Aduanera, diciéndole que habían pasado la encomienda por rayos X y descubrieron que había billetes dentro. Que debía reportar la cuantía y pagar el 10% de la suma, o podría ser acusada de enriquecimiento ilícito.

Asustada, Sandra le escribe a Margarita para informarle la situación, a lo que ésta le confiesa que escondidos dentro de la encomienda hay 50 mil dólares, que no se pueden perder. Una vez más, le pide a su prima que le preste los 5 mil dólares requeridos por la Policía y que, los tome una vez recoja la caja.

Sandra, finalmente desconfía y se comunica telefónicamente con sus familiares en Chicago, quienes desmienten todo lo señalado y, hasta la comunican con Margarita (¡la verdadera!).

Sandra había sido víctima de la llamada “falsa encomienda internacional” y, además de ser estafada, seguía recibiendo llamadas de los delincuentes amenazándola con cárcel si no pagaba. Aunque denunció el hecho a la Policía, no ha sido posible rastrear a los estafadores, pues sus teléfonos y cuentas de redes, fueron desactivados.

Cómo operan y qué hacer

Las redes sociales nos acercan con amigos y familiares, sin embargo, también son la puerta por la cual los delincuentes suelen perfilar a sus víctimas. Estudian muy bien sus interacciones, sus fotografías, videos, los datos que publican y sus contactos familiares y de amigos.

Así, obtienen información valiosa que utilizan para crear perfiles falsos, mostrarse convincentes con sus víctimas, aludiendo incluso a anécdotas, fechas especiales, nombres de amigos y demás temas que les permita ganar su confianza. Y todo, a partir de lo que publicamos.

Nadie está exento de caer en estar redes delincuenciales, por eso recomendamos 5 pasos para que Usted y sus familiares eviten caer en este engaño:

  1. Establezca una configuración de privacidad y seguridad de sus cuentas en redes sociales. Todas tienen esa opción.
  2. Analice muy bien lo que publica (fotos, videos, lugares, imágenes de sus hijos con el uniforme del colegio, etc.) que puedan brindar información sensible.
  3. Acuerde con su familia preguntas y datos claves que solo ustedes conozcan y que les permitirá verificar si están hablando con la persona real o si se trata de una suplantación.
  4. Si recibe una llamada en este sentido, comuníquese telefónicamente con sus familiares en el exterior y corrobore directamente con ellos la información.
  5. Existen varias aplicaciones como Truecaller, CallApp y Mobile Number Locator, que puede descargar en su celular y las cuales reportan teléfonos de estafas.

No olvide siempre mantener la calma, no suministrar información personal y financiera a quienes le contacten, e informar a la Policía para que puedan rastrear oportunamente las cuentas y teléfonos de los delincuentes.

Contamos con la experiencia para asesorarle a usted y a su familia en los niveles de riesgo a los que están expuestos y cómo gestionarlos.


*Nombres ficticios

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