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En un proceso de Estudio de Confiabilidad, la sola visita domiciliaria aporta el 51% de ese concepto final de confiabilidad.

La visita domiciliaria hace parte integral del proceso de Estudio de Confiabilidad que se realiza por primera vez a los candidatos a ingresar a empresas o entidades o que se realiza en forma recurrente y periódica a los empleados ya contratados.

En esta etapa del proceso, se busca verificar varios aspectos importantes a la hora de contratar personal y funciona como un importante filtro para encontrar a los candidatos más confiables. La visita domiciliaria se enfoca en cinco aspectos indispensables para conocer a fondo a la persona y su núcleo familiar como lo son la composición familiar, el lugar y condiciones de vivienda, su perfil académico, su historial laboral y su estado socioeconómico. La verificación de la autenticidad de estos aspectos arroja datos importantes y necesarios que se escapan en una entrevista laboral común.

Muchas son las ocasiones en que los candidatos acuden al engaño sobre su real sitio de vivienda, a sabiendas de que este aspecto impactara negativamente su hoja de vida pues las condiciones socioeconómicas, de seguridad y ubicación son factores que analizan los reclutadores de personal por cuanto saben que invariablemente llegaran a afectar el desempeño del candidato.

Durante una visita domiciliaria, un representante de la empresa suele entrevistar al candidato y a su familia, evaluando factores de comunicación, trato, respeto, realizando además una inspección del hogar, del barrio, de las vías de acceso, la disponibilidad de servicios básicos, los niveles de seguridad reinantes, presencia de autoridades y demás aspectos de orden socioeconómico y de seguridad que podrían llegar a afectar al candidato una vez sea incorporado a la empresa o entidad y empiece a utilizar logos, vehículos, uniformes o emblemas que lo hagan sobresalir y hacer pensar que puede ser una fuente de recursos para los delincuentes o un blanco de valor para la acción de bandas o grupos al margen de la ley.

Este es un factor muy importante que se considera por ejemplo en la labor de reclutamiento que realizan los miembros de fuerzas armadas y otras entidades del estado, ya que saben que una persona por el solo hecho de aparecer en su barrio luciendo prendas que lo identifican como un miembro del gobierno, lo califica para ser señalado como un blanco de valor.

Es muy común también en los procesos de visitas domiciliarias que realizan funcionarios de empresas y entidades oficiales, que estos deban acudir al mismo candidato para que los espere en un sitio seguro y lo conduzca a través del barrio para poder atravesar las mal llamadas “Fronteras Invisibles” decretadas por bandas delincuenciales.

Se han dado múltiples casos de personas con altas responsabilidades de manejos económicos o de información dentro de una empresa o entidad, que, al cabo de un tiempo, han llegado a ser protagonistas de altos niveles de fraude contra su patrono o empleador quien el día menos pensado y ante su ausencia, decide tratar de localizarlo en la vivienda registrada en su hoja de vida, dándose cuenta, que esa persona nunca vivió en
esa dirección y que nadie lo conoce. En estos casos, nunca se realizó una visita domiciliaria de preempleo y mucho menos, las visitas recurrentes para validar y actualizar la información suministrada por el empleado.

Propósito de las visitas domiciliarias:

En un proceso de Estudio de Confiabilidad, la sola visita domiciliaria aporta el 51% de ese concepto final de confiabilidad. Los demás aspectos de referenciación académica, laboral y familiar aportan el 49% restante. Por ello es un grave error prescindir en los procesos de Estudio de Confiabilidad de este importante componente.

También es muy común que en los procesos de Estudio de Confiabilidad, algunas empresas o entidades, con presupuestos más robustos, incluyan como refuerzo la aplicación de  pruebas de poligrafía pre empleo y recurrentes, procedimientos de back ground check, consulta previa de anotaciones y adversos del candidato, estudios socioeconómicos y patrimoniales para prevenir los fenómenos de corrupción o enriquecimiento ilícito y  todo ello con la finalidad de aumentar el nivel de confiabilidad requerido para sus candidatos y en procura siempre de proteger su reputación y sus activos.

Algunas narrativas equivocadas de nueva generación pretenden erróneamente señalar la realización de una visita domiciliaria de preempleo o recurrente, como una intromisión en la privacidad del candidato o empleado, pero nada más lejano de la realidad ya que las empresas y entidades tienen derecho a evaluar y conocer, a través de todas las formas licitas posibles, el nivel de confiabilidad que deben demostrar sus candidatos y empleados. Para ello siempre se cuenta con el consentimiento previo del interesado en la vinculación o contratación.

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