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Por: Cesar Augusto Cardona Ortiz, CPP- CEO Prosinte SAS.

El no tener un horario establecido, el vivir y trabajar en el mismo espacio físico con tu familia y mascotas, y el no contar con las mismas alternativas para descansar y relajarte que se tenían antes de la pandemia, son algunos de los factores que alteran la vida y salud mental de los trabajadores, según análisis de expertos.

Antes de la pandemia causada por el coronavirus, el teletrabajo era catalogado para muchas empresas como un premio de calidad de vida para sus empleados. Hoy en día, se ha convertido para algunos trabajadores, en un castigo más que en un premio.

A simple vista, parecía que todo eran ventajas, nos ahorramos el transporte, podemos vestirnos de manera más cómoda, podemos cuidar de nuestros hijos, etc. Pero, los independientes y personas que trabajaban desde casa antes de esta situación, saben que no todo es tan fácil. Es importante establecer rutinas y ser muy disciplinado. Transformar nuestra casa en nuestro lugar de trabajo puede tener consecuencias psicológicas.

Según un estudio de New Technology Work and Employment, las personas en condición de teletrabajo suelen sufrir más trastornos del estrés, más irritabilidad, soledad, miedo y culpa.

Las empresas y empleados que optaban por el teletrabajo lo hacían como alternativa para conciliar la vida laboral con la personal. Es decir, se trataba de una elección, no una obligación. La realidad ahora mismo ha cambiado. La crisis del Coronavirus ha hecho que más del 36% de los trabajadores estén en teletrabajo. Sin embargo, este cambio no se está llevando a cabo con el respeto, la satisfacción y equilibrio necesarios.

Muchas personas están sufriendo estrés y ansiedad durante las cuarentenas impuestas para frenar la pandemia, acompañadas de síntomas físicos como insomnio, pérdida de apetito, vómito, mal genio, irritabilidad y cambios bruscos en el estado del ánimo.

Ahora, se demoran más en conciliar el sueño y, cuando lo logran, no descansan bien. El apetito puede disminuir o aumentar y se puede llegar a sentir náuseas por varios días.

La mayoría de las personas saben que estos síntomas se deben al estrés que les genera trabajar desde sus casas en una tarea para la cual no estaban preparados ni capacitados. Antes de la pandemia, sus actividades se desarrollaban en comunidad y rodeados de mucha gente; ahora contestan desde un computador, sentados en una silla todo el día, las consultas de sus jefes o pares del trabajo, la atención a los clientes y preguntas frecuentes de proveedores.

Además, a algunos, se les suma otro inconveniente: deben aprender a manejar unas herramientas tecnológicas y de comunicación que antes no utilizaban y esto les ha generado mucho estrés, pues si se equivocan pueden afectar un proceso complejo de la compañía y no tienen fácil acceso a alguien que les coopere. Esa impotencia que sienten frente a algunas herramientas tecnológicas en sus casas, solos, ha sido un detonante para la ansiedad.

También encontramos los extremos, pues esta sobrecarga laboral puede llevar a algunas personas (con ciertas características) a la adicción al trabajo. Si antes podían pasar horas y horas en la oficina, ahora les es más difícil desconectarse, porque tienen la oficina en casa.

En otros casos, muy crecientes, el estrés lo genera la dificultad para concentrarse ante las exigencias de la familia que ahora está presente permanentemente en el lugar de trabajo, los ruidos domésticos y del sector en donde se habita.

Ya no hay diversión y relax en la caminada hasta la parada del bus o el Transmilenio, ni en la charla casual con el vendedor de jugo de naranja, con huevo crudo o sin él, ni en el primer café o aromática al tenor del chisme o la noticia del día en la oficina.

No existen fronteras entre la oficina y la casa

Según expertos en psiquiatría, se considera que desde que se empezó con la modalidad de teletrabajo en muchas empresas, se disparó el uso de tranquilizantes y fármacos somníferos, que se diagnostican para bajar la ansiedad y ayudar a dormir.

Esto ha sucedido por múltiples razones. En primer lugar, explican los expertos, porque pasar de trabajar en una oficina a estar todo el día en la casa fue abrupto e impuesto por un tema de salud pública. Las personas no lo eligieron libremente.

En segundo lugar, porque se invadió el espacio donde convives con los tuyos con el espacio de trabajar, generando ansiedad y estrés.

Otra causa señalada es que, al no haber el desplazamiento entre la casa y la oficina, se perdió el espacio mental de analizar, transformar y digerir los problemas del día a día.

Aunque algunos reconocen que, si algo bueno ha tenido la pandemia, ha sido no tener que manejar tantas horas ni soportar el tráfico, el problema es que ahora trabajan más horas, incluso los fines de semana, y no descansan igual.

Este es precisamente otro de los motivos por los cuales muchas personas están ansiosas y estresadas con el teletrabajo. No separan el horario de trabajo de la vida personal y no pueden ir al gimnasio o salir a dar paseos largos ni tomarse un café en algún lugar con amigos para desconectar. La gente ha tenido que inventarse nuevas formas de descansar o no lo hace, porque todo ocurre en el mismo lugar.

Además, el sedentarismo también afecta la salud mental, porque los trabajadores no reciben el beneficio de la actividad física y del ejercicio. Todo esto, sin sumar las familias en las que las relaciones no son buenas y sus miembros han sido víctimas de violencia emocional o física.

El teletrabajo dificulta la conciliación en las familias con hijos

La doctora Victoria Pérez Restrepo, miembro de la asociación colombiana de Psiquiatría, explica que otro de los problemas que afecta emocionalmente a las personas es que los horarios han cambiado y no se están respetando los patrones del sueño. A muchos empleados les coordinan reuniones al mediodía, que afectan la hora del almuerzo en familia. A otros los convocan a las 8:00 o 9:00 de la noche para trabajar porque algunos jefes consideran equivocadamente que, al tenerlos disponibles en sus casas, sus subalternos pueden trabajar a cualquier hora del día.

Los padres cargan ahora, en directo, con el cuidado de sus hijos, en una tarea que ha venido creciendo en dificultad por la conciliación con el teletrabajo y la cuarentena impuesta por la pandemia.

No tener horarios establecidos para comer ni para trabajar, ni dormir, han venido generando cansancio y estrés. De hecho, han venido causado un agotamiento por la falta de límites entre la vida privada y el trabajo.

A eso se suma la incertidumbre ante la disminución de la capacidad productiva de las empresas y la posibilidad de perder el empleo por recortes de personal.

También se conocen innumerables casos de empresas que han tenido que optar por disminuir drásticamente los sueldos y las condiciones salariales de sus empleados como una forma de mantener los empleos y no afectar aún mas el aparato productivo y los índices de desempleo de los países.

En muchos países, el teletrabajo no era común y no está regulado, con lo cual ni las empresas ni los jefes tenían claro antes de la pandemia cómo era trabajar desde la casa y fuera de la oficina. La pandemia lo convirtió en obligatorio y no todo el mundo estaba preparado para ello.

Esto es aún más difícil para las familias con hijos pequeños que siguen en clases virtuales porque los padres han tenido que convertirse en profesores y, además de atender la oficina y el arreglo de la casa, también han tenido que hacerse responsables de la educación de sus hijos.

Entonces, ¿qué hacer? ¡Aquí hay algunas recomendaciones!

Las psiquiatras consultadas explican que una manera de mitigar los problemas del teletrabajo es iniciar el día como si se saliera de la casa para ir a trabajar y evitar quedarse en la ropa cómoda o trabajar desde la cama, además de procurar mantener las rutinas de alimentación, que no se pierda el horario para almorzar y para desayunar.

También recomiendan hacer ejercicio. Es muy importante hacer alguna actividad física porque esto hace descansar, relaja y genera bienestar.

Es muy importante establecer claramente con los empleadores el horario laboral según la modalidad de contratación y hacerlos diferenciar el horario laboral del horario familiar.

Por último, se recomienda a las personas que se cuiden mucho del alcohol, pues existe un riesgo alto de que se consuma más para sentirse relajado y buscar bienestar. En el largo plazo, este hábito afectará el estado de ánimo y los ritmos de sueño del cuerpo.

Todo esto, mientras se desarrollan soluciones estructurales que regulen el teletrabajo para garantizar el respeto a los derechos laborales de los empleados, pues es necesario establecer pautas con los jefes que ayuden a mejorar las condiciones de teletrabajo de sus empleados.

El teletrabajo no era para todas las personas, ya que aún existen aquellos que necesitan estar en una oficina, tener contacto con los demás y separar su casa del trabajo para poderse concentrar y ser más productivos, pero la nueva realidad nos obligó a cambiar ese paradigma.

¿Qué dice la legislación colombiana sobre el teletrabajo o el trabajo desde casa?

En Colombia, el teletrabajo se encuentra definido en la Ley 1221 de 2008 como: “Una forma de organización laboral, que consiste en el desempeño de actividades remuneradas o prestación de servicios a terceros utilizando como soporte las tecnologías de la información y comunicación -TIC- para el contacto entre el trabajador y la empresa, sin requerirse la presencia física del trabajador en un sitio especifico de trabajo”. (Artículo 2, Ley 1221 de 2008)

BENEFICIOS PARA LOS TRABAJADORES

No todo es negativo. Los colaboradores de las organizaciones que reciben positivamente la posibilidad de trabajar en lugares distintos a su oficina como una oportunidad para mejorar su calidad de vida y aumentar su rendimiento obtienen una importante serie de beneficios.

Entre los beneficios específicos para ellos se encuentran:

1.Ahorros en tiempos por desplazamientos entre hogar y oficina.

2.Ahorros en dinero derivados de la disminución de desplazamientos, tangibles en la reducción de costos de combustible, mantenimiento de los vehículos, pago de peajes o pagos de transporte público.

3.Ahorros y mejoras significativas en la alimentación y la salud de los trabajadores, al consumir alimentos preparados en sus hogares.

4.Mejoras en la salud al reducir el estrés derivado de los desplazamientos y los gastos asociados, además de oportunidades de incluir en la rutina diaria tiempo para el cuidado físico.

5. Reducción de la huella de carbono y el impacto ambiental producido por cada trabajador durante los desplazamientos y el consumo de energía en las oficinas.

6.Mejora en los lazos familiares y vecinales al tener mayor presencia física en el hogar y otros espacios de socialización.

7.Optimización de las actividades personales gracias al desarrollo de habilidades para la gestión del tiempo y las tareas.

Es por ello muy importante encontrar durante esta nueva realidad, el equilibrio más adecuado entre la actividad laboral y la actividad familiar, logrando el compromiso de toda la familia en alcanzar esa meta y disfrutar tiempo de calidad del que antes no se disponía o que se dedicaba a actividades de desplazamientos y ocio con amigos.

¿Y el futuro qué?

¿Sera posible el regreso pleno al trabajo? Algunos piensan que no y que la pandemia no puso simplemente frente a una realidad aplazada: El teletrabajo o trabajo en casa.

Las empresas que han medido juiciosamente las economías a partir de reducir sus grandes plantas y espacios de labor, sus consumos de energía, impuestos y sostenimiento de grandes espacios de trabajo consideran que ahora ya no son necesarios porque el teletrabajo así lo ha demostrado.

¡Amanecerá y veremos!

En la segunda parte de este artículo, analizaremos más detenidamente otros factores que suman ingredientes a la carga de estrés y miedo que nos ha traído esta nueva realidad.

1 Comment

  1. Considero que el factor a discutir más importante para que el teletrabajo funcione y aporte positivamente en la salud mental de los empleados, es la confianza. Es fundamental que los directivos y jefes de las organizaciones depositen su confianza en sus empleados. Solo de esta manera se logran empoderar y se cambian los resultados laborales, por resultados laborales con un alto sentido de pertenencia y de satisfacción!

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